domingo, 16 de agosto de 2015

La literatura juvenil hoy en día

Hola a todos!!!
Siento la ausencia de entradas en el blog. La semana pasada me fui de vacaciones y no pude subir nada. Pero ya estamos aquí una semana más. Hoy vengo a hablar de algo que últimamente está en boca de todo el mundo: la literatura juvenil.
¿Qué es la literatura juvenil? 
Según la Wikipedia: La literatura juvenil es aquella especialmente dirigida a lectores que atraviesan la juventud.
Si bien la literatura juvenil antes era un género prácticamente inexistente, es ahora el tipo de literatura de la que más se habla. No obstante, aún sigue habiendo muchas personas que creen que la literatura juvenil no tiene ningún valor cultural frente al resto de libros.

No voy a discutir que últimamente se han empezado a publicar libros algo degradantes, pero eso no cataloga al resto de manuscritos que hay actualmente publicados.

La literatura juvenil no es un género de consumo. Es mucho más. Es prácticamente imposible dejar de leer libros infantiles para empezar a leer libros adultos. No puedes seguir leyendo Gerónimo Stilton hasta los quince años y luego empezar a leer "El Código Da Vnci", ya que jamás entenderás dicho libro con la experiencia que has adquirido. Yo conozco a mucha gente que dejó de leer en la adolescencia y ha retomado su afición por los libros en la edad adulta. Ellos dicen que en su época no había libros juveniles, pues bien, ahora sí los hay. 

Los libros juveniles son un puente hacia nuestra madurez lectora. Nos ayudan a entrenar nuestro cerebro para que en un futuro pueda leer otro tipo de libros. A pesar de todo, yo sé que dentro de diez años estaré agarrada a un tomo de tapa dura juvenil. Y es que estos libros son sumamente importantes para el resto de nuestra vida. Hay historias que se nos van a quedar marcadas el resto de nuestras vidas. Estoy plenamente segura de que jamás olvidaré a ese niño mago, a esa chica del distrito 12 ni a esa elfa que se enamoró de un trovador.

Y ahora quiero pasar a otro tema: los clásicos. Todos deberíamos leer clásicos. Es un hecho. Pero debemos hacerlo cuando nos veamos capaces. No sabéis la de veces que he cogido la Celestina de mi estantería y la he empezado a leer. En serio, no sabéis la de veces. Y nunca he conseguido acabarla. A pesar de todo seguiré intentándolo. Cada dos o tres libros lo abriré. Y os aseguro que algún día lo cerraré por la última página, cuando esté preparada. Pero hay un problema, este año me lo van a mandar como lectura obligatoria. Si eres alguien como yo, que devora los libros sin contemplaciones, probablemente no vas a tener ningún problema en leer estos clásicos. Te costará, pero lo harás. Ahora pensemos a esa persona que lee tres libros al año, los tres de Diario de Greg. No solo no terminará el libro, sino que la mala experiencia de leer un montón de páginas sin entender la mitad hará que se aleje un poco más de la literatura. Creo que no se debería imponer estos libros a nadie, que cada cual debería leerlos cuando estuviera preparado.

"Pero hay personas que nunca estarán preparadas o que nunca lo leerán por voluntad propia"

Cierto. Pero obligar a este tipo de personas a leer libros con los que no se identifican harán que odien un poco más, si cabe, la lectura. Por eso debemos incentivar la lectura de libros juveniles entre los jóvenes en vez de alejarles de ella. 

Tengo varias influencias en mis círculos que siguen calificando a este género de desagradable y en retraso. Muchas veces me planteo si estos hombres, periodistas y filólogos tendrán razón y debería alejarme de los libros juveniles. Después pienso en Laura Gallego, Javier Ruescas, Iria G. Parente, Selene M. Pascual, Alba Quintas... Todos ellos con carreras y estudios similares que hoy en día se dedican a este género y que consiguen meterse dentro de nuestro corazoncito lector. Entonces es cuando se me pasa y me digo que es la edad del pavo.














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